Patricia Montero, presentadora de 'DecoMasters', sobre su maternidad junto a Álex Adrover: "Ser mamá me ha hecho recuperar esas ganas, esa ilusión por las cosas"

Patricia Montero es lo que podríamos definir como una profesional completa. A sus 37 años, esta valenciana ha dedicado grandes esfuerzos para destacar en diversas áreas, demostrando una búsqueda constante de la perfección en cada proyecto que emprende.

Una trayectoria polifacética

• Inicios deportivos: Desde su infancia mantuvo una estrecha relación con el deporte y la danza, destacando especialmente en disciplinas como gimnasia rítmica, artística y danza acrobática.
• Experiencia en moda y actuación: Durante varios años incursionó con éxito en el mundo de la moda y la interpretación, participando en comerciales y producciones televisivas.

Un punto de inflexión profesional y personal

Su gran oportunidad llegó con "Yo soy Bea" en 2008, proyecto que marcó un antes y después en su vida. Fue allí donde conoció al actor Álex Adrover, con quien contrajo matrimonio en 2024, aunque oficializaron la documentación a inicios de 2025, justo antes de su participación en "Supervivientes".

La maternidad como transformación

Sin duda, el aspecto que más ha influido en sus vidas ha sido la llegada de sus dos hijas, Lis y Layla (nacidas en 2015 y 2019 respectivamente). Esto les ha llevado a reorganizar completamente sus rutinas, costumbres y objetivos para poder atender todas sus responsabilidades sin descuidar el bienestar familiar.

Durante su participación en el podcast "Con mucho de...", presentado por Alba Lago y producido por NDL Pro-Health, la futura presentadora de "Decomasters" reflexionaba sobre su experiencia como madre junto a Álex Adrover: "La maternidad me ha permitido recuperar esa motivación y entusiasmo por las cosas".

Adaptándose a la paternidad

Los primeros años de crianza representan un período particularmente demandante donde tanto madres como padres enfrentan esta transformación como mejor pueden. Con el paso del tiempo, cuando los hijos crecen y la dinámica familiar se estabiliza, es posible reflexionar sobre esta etapa con mayor claridad y tranquilidad, algo que Patricia Montero valora profundamente en este momento.

Tuvo a su primera hija a los 27 años, y desde entonces su vida experimentó un cambio radical, que se intensificó con la llegada de su segunda hija en 2019. Reconoció ante Alba Lago que su rutina diaria se organiza principalmente alrededor de las necesidades de sus hijas: "Por las mañanas me levanto, voy a toda velocidad preparando comidas, mochilas, llevándolas al colegio, ayudándolas a vestirse -que resulta bastante complicado- y a despertarse. Cuando finalmente las veo subir al autobús escolar, entonces comienza realmente mi día".

El equilibrio personal

En su caso particular, "no contar siempre con horarios fijos tiene sus ventajas y desventajas", como reconoció en el podcast. Sin embargo, esto no le impide dedicar tiempo a una de sus grandes pasiones: "Siempre encuentro un espacio para realizar actividad física. Para mí representa una prioridad fundamental. Necesito ese momento del día para practicar yoga, montar en bicicleta, entrenar con el saco de boxeo, hacer ejercicios funcionales o simplemente meditar, porque existen días donde ni siquiera dispongo de 15 minutos. A veces, con realizar una respiración consciente antes de dormir, para mí resulta suficiente".

Una nueva perspectiva

A pesar de esta agitada rutina, que incluye además sus compromisos profesionales, valora profundamente el cambio de perspectiva que le brindó la maternidad: "Creo que los hijos llegan para mostrarte nuevamente, a través de pequeñas cosas, lo que realmente significa la vida. Redescubrir actividades simples como jugar en el parque o aprender algo nuevo", compartía con Alba Lago. Con visible emoción, Patricia afirmaba: "Ser madre me ha ayudado a recuperar esas ganas, esa ilusión por las cosas".

Bienestar integral

Sin embargo, esta alegría y entusiasmo no minimizan el esfuerzo y dedicación que requiere la crianza, especialmente cuando se trata de equilibrar las necesidades de los hijos con las propias, incluyendo aspectos laborales, emocionales y físicos, donde el deporte juega un papel fundamental. Patricia busca ser un referente para sus hijas en este aspecto: "Para mí es importante que integren esto en su estilo de vida, algo que ya están haciendo. El deporte y el yoga se han convertido en parte natural de nuestra vida familiar y todas practicamos yoga en casa".

Patricia y Álex prestan atención no solo al bienestar físico, sino también al psicológico, fortaleciendo su salud mental en todo lo posible: "Para nosotros resulta fundamental mantener una comunicación abierta con ellas y que aprendan a mirarse a sí mismas, desarrollando amor propio. Considero que el amor propio es esencial para crecer en libertad, ser ellas mismas y hacer lo que deseen, como quieran y cuando quieran, sin imposiciones externas", afirma con convicción.