Miriam Moreno, presentadora de 'Mañaneros': "He tenido que ir a terapia para reconducir mis niveles de autoexigencia"

Miriam Moreno tenía claro que había nacido para informar. Es uno de los rostros más populares de la televisión. Empezó en TVE en Barcelona, donde nació, y la Corporación se convirtió en su casa. Después de trabajar en diferentes programas, aterrizó en 'Mañaneros'. Este verano sustituye a Adela González. Hace un año, su vida cambió radicalmente cuando dio a luz a su hija, África, nombre en homenaje a su abuela. Entre los madrugones para trabajar y su hija, no tiene tiempo para nada, pero es feliz. "He tenido que ir a terapia para reconducir mis niveles de autoexigencia", reconoce.
Sobre 'Mañaneros', dice estar contenta con el apoyo de la audiencia, lo que asegura la continuidad del equipo. Es un nuevo formato con actualidad política, informativamente trepidante. Sigue aprendiendo cada día, aunque echa de menos a compañeros como Marc Santandreu.
Se siente periodista ante todo y le gusta estar informada de todo lo que afecta. Si algún contenido no está a su altura, no tendría miedo de dar un paso atrás. Echa de menos a los especialistas de corazón y la familia que habían formado.
Cree que los cambios buscan mejorar, pero la audiencia decide. Con Adela González se lleva genial, destacando su generosidad y sintonía. En televisión ha hecho amigos de verdad, como Marc, y valora el apoyo de maquillaje y peluquería.
En coberturas como la Dana o la muerte del papa Francisco, actúa con respeto y empatía. Aunque empezó en radio y prensa digital, siempre quiso trabajar en televisión. Admira a Roberto Leal y, desde que es madre, se siente capaz de todo.
Siempre supo que quería ser periodista. Ahora, en un reportaje de moda, prefiere ser natural antes que "perfecta". Su hija es su mayor motivación, aunque le gustaría dormir más. Volvió con energía tras la maternidad, pero la realidad la obligó a reducir su jornada para conciliar.
Su marido y ella se apoyan mutuamente, pero la lactancia materna ha sido un reto, incluso llevando a su hija a la tele. Su vida cambió por completo, incluso su alimentación.
Sobre ser madre, ha aprendido a bajar su autoexigencia. Le escribió un diario a su hija con reflexiones por si la memoria le falla. No planean ampliar la familia, se sienten completos con su hija y dos gatos.
El reportaje se realizó en Hyatt Regency Madrid Residences, un lujoso ático con vistas impresionantes. Miriam bromea sobre su pelo "intratable", su perfume de jazmín y su "ejercicio" corriendo tras su hija. Tarda poco en maquillarse por su experiencia en directos. Su dieta es mediterránea.