Grave incidente entre Felipe VI y el Emérito por otro capítulo con Doña Letizia: el Rey estalla

En el Palacio de la Zarzuela reina la compostura, pero tras sus muros existe un clima de descontento. Según informaciones, el Rey Felipe VI habría manifestado en círculos privados su gran desagrado después de las recientes intervenciones del Rey Emérito, donde este volvería a poner en duda, nuevamente, la función de Doña Letizia en la familia real. Lo que para Don Juan Carlos representaba simplemente otra anotación en su libro de memorias, ha sido visto en la Casa del Rey como un acto de provocación injustificado y, principalmente, como una falta de consideración hacia la Reina consorte y hacia la institución que ambos encarnan.

La Respuesta del Monarca

"Por más que opine, Letizia es la Reina de España, le agrade o no", habría expresado el soberano, de acuerdo con fuentes muy cercanas al ámbito de la Zarzuela que recoge la publicación Monarquía Confidencial. Esta afirmación, contundente y directa, demuestra no solamente la protección personal hacia su esposa, sino también la firmeza de Felipe VI de resguardar la Corona ante las declaraciones impulsivas de su progenitor, que al parecer han traspasado un límite irreversible.

Postura de la Reina Emérita

Al margen de la atención de los medios, Doña Sofía habría dado muestras de un respaldo callado y prudente hacia su hijo. La Reina Emérita, conocedora en todo momento de la importancia de las señales y las actitudes, comparte la inquietud por los roces internos y aprueba la determinación de Felipe de establecer separación. Quienes están cerca de ella confirman que, a pesar de que le duele la ruptura familiar, comprende que el Rey no puede consentir que disputas personales del pasado afecten la percepción de la monarquía.

Declaraciones Inoportunas

"Se trata de unas palabras muy poco acertadas, y además, en un contexto que carece de justificación", sintetiza una fuente del palacio. Y no se equivoca: en medio de la celebración del 50 aniversario de la proclamación de Don Juan Carlos, el Emérito se ha situado de nuevo en el ojo de un huracán que perjudica, una vez más, la solidez institucional que su hijo se ha esforzado por afianzar durante los últimos diez años.

Compromiso con la Institución

Felipe VI, coherente con su carácter serio y con su concepto de función pública, ha recordado a su círculo que la Corona debe permanecer alejada de controversias y enfocarse en su compromiso con la sociedad. "España, la Constitución y la estabilidad", habría recalcado, son los fundamentos que guían su mandato. Por esta razón, no va a aceptar ofensas dirigidas a la Reina ni acciones que puedan perjudicar la confiabilidad de la institución.

Actitud de Doña Letizia

Mientras tanto, Doña Letizia continúa desarrollando su programa oficial con la misma tranquilidad de costumbre. Es consciente de que cualquier actitud o comentario puede ser analizado, amplificando el problema. Por este motivo, elige la reserva, que en su situación se ha transformado en un método de contención.

Unidad como Prioridad

En la Zarzuela, la directriz interna es inequívoca: la cohesión es un asunto de permanencia. Felipe VI tiene claro que cada error tiene un coste elevado y que la reputación de la monarquía se preserva no con palabras, sino con conducta intachable. "Mi hija Leonor como sucesora, España y la Institución por encima de cualquier polémica", repite como una máxima el Rey.